La Técnica Sacro-Occipital (SOT) es una técnica quiropráctica que tiene como objetivo principal restablecer la relación entre el sacro y el occipucio.
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Orígenes de la técnica Sacro-Occipital
La técnica Sacro-Occipital fue desarrollada por el Dr. Major B. DeJarnette en los años 20 del siglo XX. DeJarnette era quiropráctica, osteópata e ingeniero y no solo se centró en los ajustes de la columna, sino que desarrolló métodos para correcciones del cráneo, la pelvis, las extremidades y otros órganos.
El objetivo principal del SOT (acrónimo de técnica Sacro-Occipital) sería restablecer la relación entre el sacro (hueso que está situado en la base de la columna vertebral) y el “occiput” u occipucio que se encuentra en la base del cráneo. De esta manera se conseguiría corregir los desajustes en columna, pelvis, extremidades y el sistema visceral. En nuestro centro quiropráctico de Barcelona conocemos esta técnica con detalle y tenemos experiencia en la misma.
El estudio realizado por DeJarnette originó un sistema de patrones de ajustes en el cuerpo y no sólo de partes individuales del mismo. El patrón más relevante sería la relación entre sacro y occipucio (de ahí el nombre de esta técnica quiropráctica) y el análisis detallado de una serie de patrones posturales presentados por el paciente al acudir a una consulta.
Podemos decir que el SOT trabaja sobre la disfunción vertebral, muscular y diversos órganos relacionados con el sistema nervioso, que pudieran estar interfiriendo en la relación entre sacro y occipucio.
Categorías de los trastornos
DeJarnette después de sus investigaciones, se dio cuenta que todos los trastornos originados en extremidades, articulación temporo-mandibular, dolores de cabeza y demás síntomas relacionados con otros órganos se presentaban a través de diferentes patrones posturales que agrupó en 3 categorías:
Torsión de la pelvis
Producida por la tensión dural meningea y disfunción sacroilíaca. Provoca problemas con el mecanismo respiratorio principal entre el sacro y el occipucio
Causas
Las articulaciones sacro-ilíacas se disfuncionan. Hecho que genera torsión de los iliacos e inclinación del sacro. Cuando el sacro se inclina, se reduce su habilidad de bombear el liquido céfalo-raquídeo. Esta reducción del bombeo del sacro significa que el líquido céfalo-raquídeo no circula de manera adecuada. Algo que puede llevar a una falla en la nutrición y un incremento en la toxicidad en el sistema nervioso.
Síntomas
- Perturbación visceral.
- Desórdenes dermatológicos
- Insomnio
- Adormecimiento de extremidades
- Dolores de cabeza
- Nerviosismo
- Problemas de control de peso.
- Dolor de columna.
Para la corrección de este trastorno es necesario un ajuste quiropráctico en el que se utilizan unos bloques en la pelvis para intentar igualar las piernas de los pacientes.
Inestabilidad sacroilíaca
Producida por el excesivo movimiento de la articulación sacro-ilíaca, que causa disfunción en la relación entre pelvis y coxis.
Causas
Los ligamentos que sostienen la articulación sacroilíaca están lesionados. Esto permite que las superficies articulares del iliaco y el sacro se separen. Esto perturba tanto al balance de nuestro cuerpo como a nuestro sistema nervioso, incluyendo a la columna vertebral implicando tensión en los hombros el cuello y la cabeza, además de afectar a nuestro sistema craneal.
Síntomas
- Problemas mandibulares.
- Dolor de cuello.
- Dolor de hombro, codo o mano.
- Dolores de cabeza.
- Dolor de ingle.
- Dolor de cadera, rodilla tobillo o pie.
- Problemas menstruales.
- Dolores lumbares.
- Incontinencia
Lesión discal lumbar o cervical
Cuando la articulación sacro-ilíaca ya no puede aguantar el peso del cuerpo. Lo que supone un desgaste de los discos L1 a L5. Los pacientes con este tipo de problemas son propensos a discopatías, hernias discales y ciáticas. Además el dolor puede manifestarse en diversas zonas del cuerpo como rodillas, caderas y parte baja de la espalda. En esta categoría estarían todas las personas afectadas de lumbago y por lo tanto también padecen afectación en las cervicales.
Causas
Los discos intervertebrales actúan absorbiendo impacto y como amortiguadores entre las vértebras. Si nuestro cuerpo funciona correctamente, los discos permiten que exista un espacio suficiente entre las vértebras de la columna para que los delicados nervios puedan salir de ella sin dificultad. Si por el contrario nuestro cuerpo está fuera de equilibrio, estos espacios pueden verse comprometidos por una lesión del disco la que puede comprimir o irritar la raíz nerviosa que sale de ahí.
Síntomas
- Dolor lumbar y ciático.
- Dolor quemante en la columna lumbar o irradiado a la extremidad.
- Hormigueo o pinchazos en las piernas.
- Dificultad en el control de esfínteres.
- Dolor de espalda al toser o estornudar.
Tratamiento del dolor lumbar con la Técnica Sacro-Occipital
Hay resultados clínicos que indican la relación entre la zona lumbar y la cervical de la espina dorsal. Ésta última es un indicador perfecto para revelar posibles disfunciones lumbares.
Primer paso
Cuando el quiropráctico nota alguna desviación de la pelvis, debe evaluar esa parte alargando los brazos del paciente que se encuentra tumbado boca arriba detrás de él. El brazo más corto significa que el psoas (músculo) se encuentra tenso. El quiropráctico debe pedir al paciente que flexione la pierna de ese lado y con una mano cogerá la rodilla levantada y la acercará lentamente hacia sí mismo. Mientras que con la otra contactará con el psoas mayor, realizando pequeños semicírculos de arriba hacia abajo hasta que logre la relajación del músculo.
Segundo paso
El quiropráctico deberá comprobar la longitud de las piernas arrastrándola hacia él. También debe poner dos bloques debajo de la pelvis. Estos bloques son una especie de cojines blandos que tienen forma de triángulo vistos desde lado y rectángulos vistos desde arriba. El primer bloque será colocado debajo del ASIS de la pierna más larga. El segundo bloque se colocará debajo de la articulación en tre la pelvis y la cabeza del fémur de la pierna más corta.
La intención sería reducir la torsión de la pelvis por un lado. Por el otro se intentaría aliviar la presión sobre los discos o región lumbo sacra. Si el dolor persiste el quiropráctico desplazará levemente los bloques. Si el dolor remite, se retirarán los bloques y el paciente podrá relajarse.
Finalmente reseñar que el restablecimiento del equilibrio en la zona de la espina lumbar, nos llevará a conseguir el equilibrio en la zona cervical. El quiropráctico deberá seguir controlando los indicadores cervicales y si el dolor persistiera, ajustará la vértebra lumbar afectada, empujándola en la dirección opuesta a la indicada por la vértebra cervical.
Después de haber hecho los ajustes, puede ser necesario la aplicación de hielo en ciertas zonas inflamadas de la espalda.