Muchas personas empiezan su tratamiento quiropráctico a causa de una molestia o dolor determinado. El dolor puede distraernos, debilitarnos, irritarnos o molestarnos. También el dolor puede ser crónico, agudo, intenso o intermitente. Además el dolor puede ser fuerte o débil, específico o general.
¡Pero el dolor no es el problema!
El dolor es un síntoma. Una señal. Un signo. No es más que una señal de tráfico o tu despertador, que anuncia que ya es la hora de empezar el día. Si hay algún problema, éste es el significado que asociamos al dolor.
Cuando recibimos a pacientes que sienten dolor, además de ser compasivos con ellos, lo primero que nos viene en mente es que deben haber excedido algún tipo de límite físico, químico o emocional al que ya no pueden adaptarse. Así que, aunque nos interesa el dolor, estamos aún más interesados en la causa subyacente del mismo. Además, ¿ qué debería hacer el paciente para evitar esto en el futuro?
¿Conoces a alguien que piense que el dolor es un problema? Por favor, envíanoslo, ¡porque en nuestra consulta el dolor nunca es un problema!
En nuestro centro quiropráctico de Barcelona tenemos profesionales especializados en tratar y prevenir cualquier tipo de dolencia. Contacta con nosotros y te aclararemos cualquier duda sobre nuestros servicios. Somos especialistas en tratamientos de la columna vertebral, la lordosis lumbar, combatir el estrés o cifoescoliosis entre otros. Estaremos encantados de atenderte.